CABADA CON FE, DEVOCIÓN POR LA VIRGEN DE GUADALUPE

MARCO AURELIO AZAMAR
ÁNGEL R. CABADA, VER.-


Guadalupanos demuestran su fe al recorrer en bicicleta la distancia entre este municipio y el santuario consagrado a la virgen del Carmen en el turístico Catemaco.

Muy temprano cada 11 de diciembre, arrancan de la Parroquia Divina Providencia toman rumbo por la carretera federal 180 cobijados por su amor a la Virgen de Guadalupe, el ulular de las sirenas de los diferentes cuerpos de auxilio y seguridad anuncian el paso de la imagen mariana.

Unos van con el compromiso de pagar una manda o favores recibidos, otros los menos, por realizar el recorrido que pone a prueba su resistencia física empujados por la creencia religiosa católica que confiere poderes divinos a imágenes sacras.

Así lo demuestra el grupo de peregrinos que a pie, en 17 horas de andar regresaron de Catemaco, fueron los primeros en ofrendar a la virgen morena las flores que familiares les estregaron al llegar, agotados por el esfuerzo.

Impulsores de esta tradición, los Srs. Benjamin Morales Sánchez y Mario Inclán Tadeo relatan que son ya 19 años de esta devoción, la que año con año suma voluntades al tiempo que reconocieron el apoyo para este festejo del alcalde Santiago Avendaño Barrios en los tres años de su mandato.

Informa el Coordinador regional de Protección civil, Carlos Lima Martínez que el saldo fue blanco, que los casi 800 ciclistas y 200 motociclistas regresaron a los municipios cañeros sin novedad y destaca la participación de la PFP, policías municipales, Cruz Roja de Lerdo y voluntarios de Cruz Ámbar.

Ya en la iglesia La Lupita en el Barrio Sur de esta cabecera municipal, misa y cantos en honor de la Virgen de Guadalupe alegraron la fría noche, las bicicletas quietas en la acera esperaban a los feligreses de fe renovada, ya en casa narrar la experiencia a la familia que no dejo nunca, como lo dijo a esta publicación la Sra. Rubí Vergara, de enviar bendiciones a su hijo y los que le acompañaron para que la carretera no fuera peligrosa y cumplieran su encomienda sin percances.