jueves, 18 de febrero de 2010
HUMOR
En una ocasión estaba San Pedro de vacaciones y le toco a Jesús atender la entrada al cielo. En eso llega un hombre de edad avanzada a querer pasar, entonces Jesús toma su lista y le pregunta:
-¿Cómo te llamas?
El viejito se queda pensando pero no se acuerda.
Jesús le pregunta:
-algo de lo que se acuerde
El viejito le dice, yo solo me acuerdo que era carpintero y mi hijo era muy famoso.
Jesús se emociona y le da un fuerte abrazo exclamando:
-padre
el viejito se emociona también y le dice:
-¡Pinocho!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
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Llega al cielo un cura y al entrar le dice San Pedro: Ven hijo, vayamos a mostrarte tus instalaciones donde pasaras el resto de la eternidad.
Para desilusión suya, le muestran una humilde casa que se ve muy descuidada, al voltear para bajo del vecindario, ve que a un taxista le están mostrando una gran mansión con todos los lujos. Entonces el padre indignado dice: No lo entiendo, yo toda mi vida serví a Dios con fervor, y me dan esta pocilga?, mientras que a ese taxista le están dando una gran mansión?
A lo que San Pedro le contesta: Bueno hijo, la explicación es realmente sencilla, cuando tu dabas misa y predicabas la gente se quedaba dormida o perdía el interés por misa y dejaba de ir, mientras que cuando él conducía por la calle, toda la gente rezaba!
JAJAJAJAJAJAJAJA
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Un cura en su primera confesión:
Padre, confieso habérsela chupado a mi novio.
Entonces, el cura que no sabía que penitencia poner, va y pregunta al del confesionario de al lado...
¿Qué le doy por una chupada...?
¡Uff! Creo que con 30 dólares está bien...
JAJAJAJAJAJAJA
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